EL PROPOSITO DE DIOS
Pstr. Andy DaSilva
La problemática
que ahora enfrenta la humanidad, vuelve a mostrar la decadencia de otra era, lo
que indica que comenzará una nueva,
esta, está enmarcada en el plan de Dios. Desde antes que Dios formará
todas las cosas, Él tenía en su
corazón un propósito con el hombre y es, prepararlo y capacitarlo para gobernar
la tierra, de esta manera lograr que toda la humanidad tenga vida abundante y segura.
Dios crea al
hombre y pone a su disposición una fuente de vida y también una fuente de conocimiento del bien y
del mal y le advierte que no se acerque a esta última porque no le iría bien,
la fuente de la vida tenía el propósito de dar al hombre todo lo necesario para
capacitarlo para gobernar de manera
sabia y en la voluntad y presencia de Dios; pero el hombre escogió otro camino
que lo saco de Su cobertura y presencia, condición que prevalece en gran parte de la humanidad hasta el día de hoy.
La desobediencia del hombre ante el
propósito de Dios fue catastrófico, porque
provocó una corriente de vida negativa
para todos, haciendo que los habitantes de la tierra no disfrutaran de la Gloria y protección del Diseñador y
Constructor de todas las cosas; lo que hizo que desembocará en
incertidumbre e inseguridad para los que viven en este globo terráqueo.
Dios no se quedó
de brazos cruzado, activó su plan de rescate para que el hombre siguiera en su
preparación para gobernar la tierra entera, este plan lo activo debido que en la condición, sin Dios, sin
Sus atributos: AMOR, SABIDURIA, INTELIGENCIA,
CONSEJO, PODER, CONOCIMIENTO, TEMOR, entre otros, no cuenta con el carácter necesario
para llevar adelante las naciones para
que puedan vivir en armonía, paz y abundancia. JESUCRISTO es
el centro de la restauración de la vida
del hombre, porque los que creen reciben el don de la reconciliación con Dios y
participan de las riquezas espirituales
que los transformará para ser perfeccionados, logrando Dios de esta
manera, alcanzar Su propósito con su especial tesoro “EL HOMBRE”.
Después que aceptamos a Jesucristo como nuestro
restaurador, cosa que no podemos hacer nosotros mismos, somos llevados
nuevamente a la vía de la preparación (la vida de Iglesia). En esta experiencia, El Espíritu Santo nos guía a toda verdad, la palabra de Dios
nos renueva el entendimiento, nuestro corazón son cambiados por un corazón más sensible y el espíritu nuevo que
recibimos crece en nuestro interior para que seamos como Jesús.
Cuando Dios
logra perfeccionar la obra que comienza en nosotros, entonces estamos listos
para gobernar juntamente con Jesucristo y así encaminar la humanidad hacia la vida plena y abundante. Conociendo la verdad
del propósito del Creador de los cielos y la tierra con la humanidad, entonces sabemos, porque no se cumplió el calendario Maya como
algunos decían (EL FIN DEL MUNDO), después de mil años del gobierno de
Jesucristo con los que se prepararon, habrá una renovación de los cielos y la
tierra, podemos estar tranquilos y confiados a lo que Dios quiere hacer, de
seguro, no es acabar con el mundo sino limpiarlo y renovarlo para que pueda
portar la Gloria de Él.
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